(ENSF José María Arguedas, 2021)
Delia Rodríguez Cuya; Mg. Eduardo Fiestas Peredo
Según Ezcurra (2009) “El origen de la Cachua se remonta al reinado de Túpac Inca Yupanqui”, desde la época de los incas; por otra parte, da esta bella descripción de la danza: “La Qashwa era el canto y la danza de la alegría. Dentro de las modalidades festivas, buscaba temas inundados de sol, abrumador de buena cosecha, con caminos de torrentes y con algazara de Raymi. Era el regocijo hecho música, poesía y danza. El amor solía también hacerse presente en este género, por lo mismo de que él era propio de la juventud” (p. (171-1721). Según otros autores se cree que hubo cachuas fúnebres, religiosas, ceremoniales y hasta mágicas. Por lo pronto hemos hallado rastro de una muy formal, Pero bailada ya en pleno contexto colonial, cuando los indígenas, sobre todo los caciques y de sobremanera los miembros supérstites de la aristocracia inca se esforzaban en aparecer lo menos paganos que se pudiera, lo más cristianos que fuese posible.